jueves, 23 de agosto de 2007


La verdad...lo perdí. En realidad no sé si lo encontré alguna vez...¿si lo encontré? ¡No! No sé si alguna vez lo tuve.No sé si estuve cerca. ¿Lo estuve?
El problema de los príncipes es que son difíciles de detectar, de reconocer.Son raros por naturaleza. No se parecen a nadie, no tienen olor, no color, ni sabor...no hay referencia.
He estado en mil lugares, visitado sueños, realidades, estupideces y cosas realmente serias e interesantes.Si había algún príncipe en esos lugares...¡ No lo vi !
El problema de los príncipes es que son difíciles de detectar, de reconocer. Son raros por naturaleza. No se parecen a nadie...¿ dije eso ya ? Sí, lo siento.
¡ Ah ! Creo que alguna vez vi uno...era un sueño. Dulce, tierno, lleno de humor suave, hermoso. Mmmm, príncipe...
Fue en un baile, en la celebración de una boda en la cual yo era dama.Mi traje era rojo, largo, lindísimo...No, no...fui antes a casa a cambiarme...me puse uno corto, negro.
El problema de los príncipes es que son difíciles de detectar, de reconocer. Son raros por naturaleza...¿ dije eso ya? Sí, lo siento.
Puse un pie en el salón y...¡ BOILA! Allí estaba... Ojos negros sonrisa infinita...Me sacó a bailar, hablamos, reímos, y al final me dio su número de teléfono.Mmmm, príncipe...
Al poco tiempo era yo quien se casaba, de blanco...los colores de la boda fueron amarillo y verde.( ¡Uff! ¡ ¿De dónde saqué esa idea?)
El problema de los príncipes es que son difíciles de detectar, de reconocer...¿dije eso ya? Sí, lo siento.
El maquillaje oculta bastante bien los moretones, y la cama soporta silenciosa los dolores del desamor...El tiempo parece hacerse cómplice de la burla y la vergüenza. El miedo se hace residente permanente del alma.
¡ Hasta que revientas y sales volando no importa a dónde!
¡ No importa a dónde ! Lo importante es volar...
El problema de los príncipes es que no existen.

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