Cuando Bianca tuvo su segundo parto, a los seis meses del primero, todos los gatitos fueron traídos a casa. Eran bellos y uno a uno fue yendo a parar a casa de algún amigo. Todos, menos Nena. Era vaga, no respondía cuando se le llamaba, no salía del cuarto donde estaba, aunque todos corrían para salir, de solo abrirse la puerta.
Claro, no podía, porque era sordita, y nos dimos cuenta poco a poco. Demás está decir que se quedó sin poner peros.
Nena está siempre asustadita, sigue los movimientos de los demás gatos, desafortunadamente, si no los ve, pues se queda donde está, sin darse cuenta. Por eso tengo que estar pendiente de que se dé cuenta de que estoy sirviendo la comida, de que estoy llamando a los demás, en fin, de todo.Pero el no escuchar, agudiza otros de sus sentidos, y ha sobrevivido seis años, sin que nada malo le haya sucedido.Por supuesto, no sale afuera.Pero Nena es bien cariñosa, y cuando se da cuenta de que uno está cerca, rápido se acerca para hacer cariños, un tanto desesperados, creo que ella es así por su condición.Tiene unos ojos bellos, y cada vez está más bonita.
¡Dios te bendice, Nena!
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