Te puse música suave cuando vi que agonizabas. Te incorporaste, me miraste y te fuiste al cielo (porque sé que para ustedes sí hay cielo). Gracias por nueve años de compañía...esta mañana me hiciste falta al salir el sol y no escucharte. Descansa en paz, chiquita...¡Nos vermos allá!
miércoles, 28 de diciembre de 2011
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