sábado, 23 de enero de 2010

Que no se me olvide tu nombre, Anaika



Que no se me olvide tu rostro entre los escombros...
Para no olvidar jamás que soy tan frágil como una hoja.
Que no se me olvide tu voz dolida y pausada...
Para entender que todos sufrimos igual.
Que no se me olvide tu última sonrisa...
Para saber que hay ángeles a mi lado.
Que no se me olvide tu muerte...
Para comprender que a todos ella nos espera.

Que no se me olvide tu nombre, Anaika, para que no se se me olvide jamás

...que hay demasiados seres allá afuera mucho, mucho mejores que yo...

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