miércoles, 21 de noviembre de 2007

La Borinqueña, según Elsita Soriano


Tuve la oportunidad de ir a la primera noche de La Puertorriqueñidad del Colegio San Antonio el pasado viernea 16.Sé que lo que presente el colegio es bueno, de calidad excelente. Todo el que asiste a sus actividades disfruta de un espectáculo de altura. Sobre todo en la Puertorriqueñidad, donde toda la comunidad escolar participa.
Eso esperaba de esa noche y eso obtuve.

...Pero antes de que todo comenzara, pude escuchar la versión de nuestro himno más hermosa que jamás escuché. Digo, que ya había escuchado a Elsita Soriano cantando los himnos, pero como esa noche...

Algo pasó, Elsie, con tu voz, con todo lo que sentiste, con todo lo que transmitiste.Fue un momento sublime que no voy a olvidar jamás.Como eres mi amiga, tal vez muchos piensen que exagero la nota, pero esos que te han escuchado cantar saben que Isabela cuenta con una voz femenina que enorgullece nuestro país, y esa eres tú.Así que saben que no exagero.

Sin embargo, volviendo a esa noche, a ese momento...no creo que nadie jamás haya cantado el himno de nuestra Patria como lo hiciste. Me sentí orgullosa de ser puertorriqueña, de tener un himno tan lindo y ¡claro ! de ser tu amiga. ¡¡Esa es Elsita, dije, mi amiga, La Dulce Voz Bohemia de Isabela!

Cantar hasta morir, has dicho...y después de eso, tu voz seguirá cantando.Porque aunque no volvieras a cantar ( Dios nos libre de eso ) tu voz quedó grabada el 16 de noviembre en cada poro de paredes y suelo, en cada hoja y florecita de la plaza.

..Apuesto que si hacemos silencio en medio de la noche, podremos escuchar las notas de un nuevo himno: La Borinqueña...¡ según Elsita !

jueves, 1 de noviembre de 2007

Mucho, mucho...


Todo el tiempo, todo pide mucho. Mucho de todo y de todos. Es como si no existiera lo poco. Se exige amor, odio, pena, lástima, alegría, tristeza, dolor, placer, éxtasis, mesura, de todo, mucho mucho. No hay espacios para lo poco hermoso, para lo simple poco.No hay sitio para lo pequeño, todo ha de ser grande, inmenso. Perdimos el gusto a poquito, dulce, salado, amargo, todo es mucho, o si no , nada.Tan sumidos estamos en lo mucho, que no nos damos cuenta de la pequeña hermosura de las flores silvestres...no, deben ser rosas cultivadas con mucha, mucha premeditación. Malas e imperceptibles las pequeñas lloviznas del invierno que llega...no, es mejor pensar en la última tormenta de la temporada.No queremos tímidas sonrisas, son mejores las carcajadas hipócritas del que ríe por no llorar.

Todo pide mucho...mucho nos puede matar...

...y mucho es tan poco...!