Creo que llegaste a nuestras vidas para enseñarnos que hay que vivir hasta el último instante con dignidad, fortaleza, nobleza. Ayer terminó tu lucha en esta tierra y dejaste de existir. Mucho, mucho dolor para un animalito tan dulce como tú. Pero ya descansas, viejita chula. Ahora nos puedes ver, y ves el cielo en el que estás sin dolor alguno. Te extrañamos ya, tu presencia era demasiado fuerte. Mami descansa hoy, está exhausta, ella se entregó a ti por completo. Ahora debo cuidarla a ella. Gracias por tu compañía. Agradezco a la vida el que vivieras tus últimos tres años con nosotras. Cuando la muerte esté muy cerca de mí te voy a recordar, para soportar esos últimos dolores con fuerza, hasta pasar al otro lado del dolor y ser feliz. Te recordaré siempre, estarás siempre, como todas las criaturitas que han sido parte de mí. Saluda a Gringo, dile que lo extrañamos también y que sentimos no haber podido hacer nada por él. ¡Por fin hoy ya estás con Tequila! Hoy irán a pasear juntas por el cielo sin necesidad de collar ni cadena.Siéntete livianita, Brandy, y no ladres mucho que
despiertas a los angelitos. Si ves a Mosqui, bésala de mi parte. Si ves a Poppy, sin morderla, bésala también. Díles todo lo que las extraño, cuéntales por favor. Dile a todos los que te reciban, que pronto, muy pronto iré a reunirme con ellos.
...Fortuno te manda un besote, y creo que lo vi llorar...
sábado, 30 de abril de 2011
sábado, 2 de abril de 2011
Gringo se fue el miércoles
¡Quien menos pensé! Nuestro hermoso callado Don Juan murió el miércoles 30 de marzo. De pronto, sin dar tiempo a ayudarte. Te tuve en mis brazos sin fuerza ya para vivir. ¿Qué te pasó? no lo sabré nunca. Te dije adiós antes, creyendo que te quedarías en el médico algunos días. Pero al bajar del auto, lloraste, te desvaneciste, te fuiste. Adiós fiel solitario amigo. Nos quisiste tanto que aceptaste tu soledad por nosotras. Aceptaste dejar la calle por estar aquí. No te quejaste. Solo dabas cariño. Si fue mi culpa,si no vi algo que pudo avisarme,Dios sabe que lo siento. No entiendo qué te pasó, pero ya no estás. Pero quiero que sepas que te extraño todas las mañanas cuando salgo a la marquesina. Los gatitos también te extrañan. El sitio ya no es el mismo sin ti. No lo será jamás, perrito dulce. ¡Hasta Cabito y Queeny se extrañan y miran y buscan cuando entran. Tu hija se parece a ti cada vez más. Ella quiso entrar al auto cuando te llevábamos aquel día. Era como si presintiera que algo eataba mal.
Adiós, Gringo...nos veremos allá...
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